El acervo artístico del BROU está conformado por unas 1300 obras realizadas por artistas nacionales y extranjeros de diversas épocas, distribuidas en las diversas dependencias de la Institución en Montevideo e interior. 

 

Gladys Afamado nació el 24 de mayo de 1925, en la ciudad de Montevideo, Uruguay. Es una grabadora, poeta y artista visual de más de setenta años de trayectoria. En su vasto recorrido exploró lenguajes artísticos con versatilidad de técnicas y trabajos. Tiene una amplia contribución al arte nacional, producto de su disposición permanente por la formación y su tenacidad en la vocación.

Fue la segunda de cinco hermanos, hijos de padres con raíces inmigrantes. En su hogar siempre se promovió la pasión por el arte, la escritura y la música. Desde su adolescencia, el interés por el estudio fue algo característico en Afamado, que se preocupó por la formación en distintas áreas artísticas durante toda su vida.

A los 15 años ingresó al Círculo de Bellas Artes y en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde estudió pintura y dibujo, y egresó. En su camino, también realizó cursos de cerámica, serigrafía, grabado en linóleo y en metal, clases de violín, literatura y semiótica.

Sus grabados fueron realizados principalmente con técnicas de linóleos y gofrados, y en menor medida, serigrafías. Se caracterizó por la pluralidad de obras, en su acervo hay ilustraciones, afiches, cerámicas, pinturas, grabados, textiles, poesías, criptolitos (pinturas sobre piedras), piezas digitales, entre otras.

Sus intereses y obras mutaron con el paso de los años. La inspiración de sus trabajos nació de inquietudes creativas, pensamientos y coyunturas de cada tiempo. La pintura, el grabado y la ilustración fueron sus ejes de trabajo en el inicio de la década del cincuenta, momentos en que fue reconocida con premios de pintura en Salones Nacionales y Municipales de Artes Plásticas.

Continuó consolidándose como artista en los años sesenta, a través de sus piezas de grabado en linóleo, técnica central en su proceso creativo a lo largo de toda su vida. Asimismo, comenzó a integrar el Club de Grabado de Montevideo.

En 1966, por su obra “Dulcinea, mi amor”, fue galardonada con la medalla de oro al Premio al Grabado, en el Salón Nacional de Artes Plásticas. La distinción marcó un punto de inflexión en su carrera, su figura comenzó a ser más reconocida y se asentó su inclinación por el grabado en linóleo. Dos años después, recibió una mención de Honor en la exposición de La Habana y
participó de muestras en Suiza, Colombia y Noruega. Sus obras cobraron una relevancia mayor a nivel internacional.

En el último tercio de siglo, inició una etapa de búsquedas, experimentaciones e investigación, en donde profundizó su trabajo sobre nuevos materiales como piedras, textiles y libros. En paralelo, Afamado siempre se involucró con la poesía y literatura, publicando libros como “Signos vitales” (1978) y “No Espero Respuesta” (1989).

La autora se mostró abierta a la indagación, incorporó la serigrafía e incursionó en la producción de grabados con técnicas mixtas. Sobre la década del setenta destacaron sus obras “La Estatua” y “Esto es nada más”. La última pieza fue premiada con el premio Adquisición de la categoría dibujo y grabado, en el Salón Municipal de Artes Plásticas de 1977.

Los contextos culturales y políticos se vieron plasmados en sus trabajos. Afamado denominó “Máquinas” a una serie de obras representativas de soluciones a problemas, que se realizaron con la técnica de linóleo y mixtas. Las piezas “Obras para decir no”, “Máquina para aguantar” y “Máquina para envolver prohibiciones”, aludieron a su postura política social, a favor de la democracia y en contra de la dictadura cívico militar desarrollada en Uruguay.

En su enorme abanico de producciones, ahondó en temáticas referidas al ser humano, su entorno y relaciones. Tanto el sentir de las mujeres, lugares naturales, animales, paisajes, memorias familiares, como los contextos políticos y sociales, significaron ejes temáticos de interés para Afamado.

La representación de mujeres ocupó un rol fundamental en su trayectoria. Dialogó constantemente con la corporalidad de mujeres y sus expresiones, realizando retratos, obras en arte digital, muñecas, textiles, autorrepresentaciones, cerámicas y diferentes grabados.

También entabló un vínculo interesante entre la literatura y el arte plástico, problematizando cómo debe comunicar una obra sin explicaciones explícitas y la relación de lo visual con lo escrito. Produjo obras literarias que fueron acompañadas por piezas plásticas y poesías ampliamente difundidas y reconocidas.

Sobre finales del siglo XX se abocó con énfasis a la representación de mujeres, el arte digital y multimedia. Procuró usar herramientas contemporáneas para dialogar con obras pasadas y explorar en el tratamiento de figuras, conjugando imágenes con paisajes y fotografías.

En las últimas décadas se dedicó, principalmente, a producir piezas textiles y escritas, algunas de ellas remitiendo a sus trabajos y vida personal, combinando técnicas y recursos. Una de sus exposiciones recientes con más repercusión fue “Gladys Afamado: una cita sin fin”.

Al mirar atrás, Afamado puede observar cómo recorrió el mundo con sus exposiciones y recibió diversos reconocimientos, transformándose una referente artística a nivel de la región. Fue galardonada con numerosos premios durante sus más de setenta años de trayectoria, entre los que destacan el Primer Premio en el Salón de Bellas Artes (1966), el Primer Premio del Club de Grabado de Montevideo (1966), Primer Premio de Bienal Internacional de Poesía Breve en Chile (1983), Premio Mini Print Internacional de Cadaqués de España (1989), Premio Morosoli de Grabado (2000) y Premio Figari en reconocimiento a su trayectoria (2008).

En 2022 el 60° Premio Nacional de Artes Visuales llevó el nombre de Gladys Afamado, en reconocimiento al vasto aporte que realizó a la cultura nacional. En su homenaje, se desarrolló una muestra de sus trabajos en el Espacio de Arte Contemporáneo. Con 98 años, Afamado continúa conservando la pasión por el arte, siendo una inminencia artística a nivel nacional e
internacional.