El acervo artístico del BROU está conformado por unas 1300 obras realizadas por artistas nacionales y extranjeros de diversas épocas, distribuidas en las diversas dependencias de la Institución en Montevideo e interior.
Heber Riguetti nació en Montevideo el 25 de febrero de 1948. Fue un destacado artista plástico y escultor, que trascendió por sus innumerables obras, siendo parte de decenas de exposiciones durante su trayectoria. Varias de sus piezas son parte de diversos espacios públicos del país.
Desde los cinco años se radicó en San José de Mayo con su familia, donde se desarrolló como artista y formó su familia. Su amor por la ciudad fue tal, que pese a nacer en la capital, siempre se consideró “maragato”. Con el tiempo, Riguetti se convirtió en el artista plástico contemporáneo más representativo de la ciudad.
No tuvo educación formal en las artes, fue autodidacta. Se vinculó con artistas que tuvieron influencia en su recorrido, como lo fueron Octavio Podestá, Hugo Nantes y Nelson Romero.
Su trayectoria fue una búsqueda constante, donde indagó en materiales, profundizó en temáticas y creó representaciones que destacaron por su riqueza estética y significados. Logró conjugar complejidad de composición y formas, con un gran poder de comunicar mediante sus obras.
Riguetti solía transformar elementos que no tenían uso o eran desechados, jugando con estos para generar piezas. Se caracterizó por elaborar con diferentes materiales como madera, metales, hormigón, polifón, cuero, telas y fibra de vidrio, entre otros.
“Primero hay que lograr lo esencial, jugar con lo mínimo, y después adornar, trabajar sin que se altere la idea inicial y que sea recreativo tanto para el autor como para el público”, explicaba sobre su forma de producir.
Trabajó en la composición y construcción geométrica del espacio, y combinó movimiento y tensiones entre los elementos. Sus obras destacan por su dinamismo, el juego de planos y creatividad.
En la escultura le dio vital importancia al volumen, para que el espectador pueda viajar y meterse dentro de cada pieza. “En una obra hay infinitas obras, porque cada ángulo está trabajado y tiene una composición que a mí me interesa que la tenga”, mencionó Riguetti en el documental “Heber Riguetti escultor (1948-2016)”.
Durante la vasta trayectoria del autor, también destacan sus obras para ANEP, donde trabajó esculpiendo rostros de José Artigas y José Pedro Varela.
En 1982 fue distinguido con el Primer Premio del 46° Salón Nacional de Artes Plásticas de Montevideo. A su vez, en los años consecutivos 1996 y 1997 fue condecorado por realizar la mejor vestimenta de murgas del Concurso de Carnaval de Montevideo.
Desde finales de la década del sesenta fue parte de más de treinta opciones a nivel nacional e internacional. Expuso en el III Salón Municipal de San José, el III Salón de Mini-Esculturas en la Galería de la Alianza “Uruguay- Estados Unidos”, en la muestra Retrospectiva del Espacio Cultural Banco República y en el Salón de Maestros Uruguayos, entre otras muestras.
Sus esculturas perduran en diferentes espacios públicos de Uruguay. En la entrada de San José está situada la pieza “Trabajador rural”, mientras que en la esquina del Club San José se encuentra su obra “Paco Narrador”, en homenaje al escritor y cuentista Francisco “Paco” Espínola. Otros de sus trabajos reconocidos son el monumento al Caballo Criollo -ubicado en Tacuarembó-, el monumento a Pablo Bengoechea -situado en el complejo de Los Aromos de Peñarol- y el Premio “Garufo”, otorgado desde 2003 a las figuras del Carnaval de San José.
Falleció el 17 de noviembre de 2016, a los 58 años de edad, tras un accidente cardiovascular sufrido cuando trabajaba en su taller. A un año de su desaparición física, la Intendencia de San José le realizó un homenaje, colocando una placa en su nombre en el Monumento a los Forjadores Maragatos de la plaza Zorrilla de San Martín.
