En febrero se celebra el Día Internacional de la Fraternidad Humana, con la idea de aportar conocimiento y generar una mayor conciencia sobre las diferentes culturas, religiones y creencias; incentivando la tolerancia, la inclusión, la solidaridad y el respeto a la diversidad religiosa y cultural tanto entre las naciones como las personas.
El término fraternidad proviene del latín fraternitas, que significa frater (hermano) e inus (pertenencia). Definido como el afecto o vínculo entre hermanos.
En un momento histórico donde padecemos profundas divisiones que afectan a la humanidad, es necesario promocionar la cultura de paz y no violencia que beneficie a las comunidades y a las relaciones internacionales.
Y no es solo evitando los conflictos que se logra, sino también fomentando el conocimiento, para que el diálogo se dé en una atmósfera de entendimiento y cooperación, con el fin de resolver problemas de carácter económico, social, cultural o humanitario y poder así alcanzar la estabilidad social.
A nivel individual se promueve que cada uno sea responsable, de generar un entorno que propicie la paz y la comprensión mutua, posibilitando vínculos de afecto.
Y ya que este día hace mayor referencia a lo religioso y cultural, es que les acercamos algún material como para ir tratando de conocer algo de la diversidad en la que estamos inmersos.
Es en El Ojo Que Todo Lo Ve donde el autor nos brinda información sobre el tema de la masonería, basándose sobre todo en nuestro país.
El Zelote, que ha generado controversias desde el momento de su publicación, es una biografía de la vida y propósito de Jesús de Nazaret, documentando lo dicho y contextualizando la época en la que ocurren los hechos.
Y De Repente, Teresa, nos acerca al mundo de las mujeres adeptas a la secta mística en la época de la Inquisición, donde una de ellas se afana en vivir una fe auténtica y una espiritualidad pura.
Fernando Savater, filósofo agnóstico, analiza, en Los Diez Mandamientos En El Siglo XXI -Tradición y actualidad del legado de Moisés, junto a las opiniones de un rabino y un cura católico, los principales tabúes y preocupaciones humanas.
Acercándonos al tema de las diferentes culturas, La Masai Blanca nos cuenta una historia de aventuras, pero también de barreras lingüísticas y culturales y de cómo el amor las trasciende.
Y haciendo un poco de historia La Gran Divergencia concluye que la esencia del viejo mundo fue determinada en gran parte por la función que cumplían los pastores, mientras que en el nuevo mundo ese papel lo desempeñaron los chamanes, entendiendo la religión como parte de los intentos de la humanidad por interpretar su mundo y las misteriosas fuerzas que lo condicionan.
Pero esta intención de encontrar diferencias entre los dos mundos, es también una búsqueda para ver nuestras propias diferencias, y confirmar que, si uno busca las semejanzas y pone atención en ellas, son mucho más fáciles de encontrar de lo que
aparenta a primera vista.
Y quizás en esto último es en lo que tenemos que focalizar nuestra atención para lograr vivir fraternalmente.