En el mes de Abril se celebra el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, una iniciativa promovida por la IBBY (Organización Internacional para el Libro Juvenil) desde el año 1967.
Se conmemora el 2 de abril en el aniversario del nacimiento de Hans Christian Andersen (1805-1875), un escritor danés de cuentos tan famosos como “La sirenita”, “El patito feo” o “El soldadito de plomo”.
Si lo tomamos como una oportunidad especial para ver o leer un libro con los más pequeños, no solo pasaremos un momento estimulante y divertido, sino que también estaremos colaborando en su desarrollo cognitivo y emocional, y los acercaremos a nuevos e interesantes mundos.
Además, estaremos enriqueciendo la relación adulto-niño, envolviendo de afectividad el acto de la lectura; le ayudaremos a conocerse a sí mismo y al mundo que lo rodea. El niño podrá contar el cuento, y será un muy buen ejercicio de memoria.
Aprenderá nuevo vocabulario y desarrollará su capacidad de abstracción, estableciendo la relación entre los objetos de la realidad y la representación ilustrada, y por sobre todo, comenzará a crear su propia realidad y a construir sus propias representaciones.
Durante la adolescencia, la literatura es un factor importante en la construcción del yo, fomenta el desarrollo de habilidades de pensamiento, análisis, síntesis y reflexión, así como la empatía.
Leer es aprender, es educación, es conocimiento, es poder, es generar la capacidad para tomar la decisión de cambiar lo que está mal en el mundo.
Así que, como por algo se empieza, le compartimos algunas sugerencias.