Llega marzo, y el 88° día de cada año se celebra el Día Mundial del Piano que toma este número por tratarse de la cantidad de teclas que tiene este instrumento.
Aunque el uso de teclados data de la Edad Media con distintos tipos de órganos, se pueden rastrear hasta el siglo III antes de Cristo, con la invención del hydraulis por parte del griego Ctesibio de Alejandría. Es un instrumento popular en el Imperio Romano, con cuatro hileras de tubos de 18 notas diatónicas que emitía sonidos a través de regular niveles de aire y agua dentro de reservorios sobre los que estaban montados los tubos.
El primer instrumento que adoptó el nombre de piano fue creado a fines del siglo XVII, por encargo de Fernando de Medici y se llamó “gravicembalo col piano e forte”, que tocaba tanto suave como fuerte y fue un perfeccionamiento del harpiscordio.
En Montevideo, en 1875 se funda la primera casa de pianos en la calle 25 de mayo, que para ese entonces era el centro comercial de la Ciudad Vieja.
La relación entre el piano y la música ha sido un tema fascinante en la literatura, y varios libros exploran esta conexión desde perspectivas profundas y enriquecedoras.
En obras como “Las aves: introducción a la música de concierto”, la música se presenta no solo como una técnica, sino como un lenguaje universal que nos invita a adentrarnos en la historia y la interpretación del repertorio clásico, mostrándonos cómo cada pieza de concierto puede convertirse en una representación de emociones y pensamientos humanos.
En “Danza de las sombras” la música se convierte en un medio para explorar la identidad y las relaciones humanas, captura la tensión entre lo que se expresa a través de las notas y lo que queda guardado en el silencio, revelando el poder de la música para transformar la vida de los personajes.
“Tres novelas longevas” de Felisberto Hernández también destaca el piano como un elemento esencial. La obra está impregnada de una atmósfera surrealista donde el piano y su música tienen un papel crucial en la construcción del mundo interno de los personajes, reflejando sus deseos, frustraciones y anhelos como una puerta hacia la introspección.
En “Por qué es importante la música” se aborda el tema, de cómo la música, y especialmente el piano, ha influido en el desarrollo personal, poniendo de manifiesto que el piano no solo es un instrumento de arte, sino una herramienta de conexión humana.
Por otro lado, “La Hermana” presenta la música como un medio de redención personal, ofreciendo momentos de consuelo y de enfrentamiento con sus propios miedos; representada en este concertista que mientras se debate entre la vida y la muerte, tendrá un dialogo intenso y decisivo con el médico que lo atiende, una indagación sin concesiones sobre el precario equilibrio entre el poder curativo de la ciencia y el espíritu de lucha del paciente.
Finalmente, “Historia de un piano: 31887” es una obra reflexiva sobre la vida de un piano en particular. A través de su historia, Gener nos invita a pensar en cómo los objetos musicales, son testigos del paso del tiempo y de las vidas que tocan sus teclas. Este libro celebra la música y su capacidad para perdurar, mientras evoca la magia única del instrumento.
En resumen, estos libros ofrecen diversas miradas sobre el piano, no solo como un instrumento, sino como un protagonista en las narrativas de la vida humana, un espejo de emociones y un vínculo de conexión entre generaciones. Esperamos los disfruten.